Le plus grand...

A la historia no se le subestima.

La grandeza pesa en los hombros de mortales.

Aún recuerdo, casi sin dificultad aquella mañana de domingo de 1996. A decir verdad no me acuerdo ni el mes, ni el día, sí la hora…eran alrededor de las 10 de la mañana. Había despertado yo primero que mis padres y siguiendo mi ritual infantil matutino de fin de semana, me preparé a encender la televisión y sintonizar las famosas aventuras animadas de ayer y hoy, programa de caricatura infantil que recuerdo como uno de los más vistos a lo largo de mis primeros años.

Yo con 5 años de edad estaba sentado frente a la televisión… después, escucho a mi padre salir de su recámara y pedirme el control remoto, yo… sin poner objeción se lo entrego. Pocos minutos después tendría lo que sería el primer acercamiento directo a mi afición por el Club Guadalajara. Era un partido contra el Club Deportivo Toluca, con el típico horario dominical que hasta la fecha se mantiene. Mi padre se puso de pie y se dirigió hacia el baño, y recuerdo que con una voz muy determinante me dijo “no se te ocurra cambiarle de canal… nada de caricaturas”… fue… a partir de ese momento que mi afición por el fútbol se convirtió en mi ritual no solo de fin de semana, sino de todos los días, jugándolo, viéndolo, escuchándolo, sintiéndolo…

El Club Guadalajara, conocido como Chivas es hasta ahora uno de mis amores fuera de mi entorno familiar, la final de 1997 contra el Toros Neza está en mi memoria como uno de los primeros sentimientos futboleros, esos que sólo el deporte Rey te puede dar. Los festejos de Gustavo “el gusano” Napoles, (hasta ahora máximo goleador en finales del Club con cuatro anotaciones), fueron y han sido imborrables, curiosamente… ese, mi primer campeonato como Chiva aficionado, fue cuando Ricardo el Tuca Ferreti, dirigía el plantel.

Y así fue transcurriendo semana tras semana, gol tras gol, derrota tras derrota, mi amor por este equipo. El Club de Guadalajara, me ha otorgado todas las sensaciones descritas, pero más que eso, me ha enseñado el manejo de las emociones y sobre todo de alegrías y decepciones, después de ese campeonato en 1997, existió una era, donde SÍ HABÍA UN EQUIPO DE ÉPOCA como el Club Deportivo Toluca, con José Saturnino Cardozo como delantero letal y un equipo lleno de talento. Tenía como clientes (palabra del argot futbolístico para referirse a quien anota goles a destajo a tu equipo) al América, al Cruz Azul, al Pumas, a las Chivas… en realidad a toda la liga mexicana. Ese sí era un equipo de época…

Tuvieron que pasar casi diez años (nueve para ser exactos) para que yo pudiera volver a presenciar un campeonato del Club Guadalajara, era el torneo corto del Apertura 2006, con José Manuel “el chepo” de la Torre (miembro de una dinastía familiar de futbolistas rojiblancos) dirigiendo el plantel y con lo que hasta ese momento había sido un torneo regular, con una liguilla en la que no era favorito el equipo y fue precisamente contra el Club Deportivo Toluca.

El partido de ida quedó empatado 1-1 en el estadio Jalisco, el juego de vuelta, iba a ser en el que hoy es llamado estadio Nemesio Diez, antes conocido como “la Bombonera”, el infierno…estadio en el que por cierto ningún equipo se había proclamado campeón y que sin duda es uno de los campos más difíciles para los equipos visitantes.

Chivas lo hizo, con gol de un talentosísimo pero siempre intermitente Adolfo “el Bofo” Bautista, se coronó campeón… aquel era un equipo formado por experiencia, Ramón Morales, Oswaldo Sánchez, Diego Martínez, Alberto “el Venado” Medina, Omar Bravo, Francisco “el Maza” Rodríguez entre otros, todos de una calidad indiscutible, pero mejor aún en su dinámica como equipo.

Después de ese campeonato, viene la etapa más oscura del Club, llena de altibajos, de fichajes millonarios que no se adaptaron al club, a decir verdad, no es fácil. Los equipos denominados grandes en México son únicos, no cualquier jugador soporta la presión, y cuando a eso le añades al equipo más popular del país, (situación que siempre calará en lo más hondo a los originarios de Coapa) la camiseta pesa, y algunos los que a decir verdad son mayoría, les queda grande. El equipo después de una final de Copa Libertadores en el 2010 y de haber dejado ir al ya “máximo goleador histórico de la Selección” Javier “El Chicharito Hernández” a su primer parada en Europa en Manchester, tuvo una estrepitosa caída sin fin aparente, los torneos fueron no malos, malísimos… lucha por el descenso, clásicos perdidos, identidad perdida, orgullo perdido, campeonatos del archirrival, y sobre todo el amor a la camiseta perdido. Hoy… hace ya casi dos años, eso se ha recuperado…

El campeonato del Club Guadalajara del torneo clausura 2017, es probablemente uno de los que más he disfrutado después de verlos tocar fondo… al estadio no acudía ni un alma, pero no por no querer hacerlo…sino porque los jugadores no merecían vestir cada quince días la camiseta de este Club, que no solo es historia en el fútbol mexicano, es la definición de lo mexicano. Habrá quien dice que esto de jugar con puros mexicanos, es hoy en día, una antítesis del futbol moderno, no lo comparto, y no lo hago porque hoy en el futbol moderno que está lleno de promotores de promesas inexistentes, de talento creado a partir de un comercial deportivo, hoy… se necesita de esta identidad, porque el Guadalajara a diferencia de muchos otros clubes, tiene historia, tiene identidad, la ha perdido y la ha encontrado por eso es aún más valioso lo que ha hecho. Existen muchos equipos considerados los más grandes de su país, el Real Madrid, el Barcelona, el Milan, la Juventus, el Inter, Bayern Munich, Borussia Dortmund, el Manchester United, Liverpool, el Boca Juniors, River Plate, el Sao Paulo, Cruzeiro… en México es el Club Guadalajara y América, una de las rivalidades más seguidas en el mundo del balompié.

Chivas llegó como víctima a esta final, los medios de comunicación no dejaban de vaticinar una victoria apabullante del denominado poseedor del abaratado título de “equipo de época” (Tigres). Para mí no lo es, no porque el equipo no sea espectacular, sino porque en realidad no han marcado diferencia, jugando medio torneo en su peor nivel y gracias a las bondades de la liga mexicana, recuperándose en las últimas cinco jornadas. Después de un partido en el estadio del Volcán Universitario, donde el equipo local había mostrado la contundencia letal que los llevó a la final, Chivas llegó marcó dos goles en 45 minutos (Tigres sumaba ocho partidos con apenas tres goles en contra)… A tres minutos del final la genialidad de un talento, como lo es uno de los mejores jugadores extranjeros que ha venido a México André Pierre Gignac, hizo que el marcador se empatara… todo se decidiría en el templo del rebaño sagrado. En casa…

TIGRES ES AHORA EL EQUIPO QUE MÁS FINALES HA PERDIDO EN EL FÚTBOL MEXICANO (NUEVE) solo le sigue el equipo poseedor de una de las maldiciones más famosas del fútbol mundial, el gemelo del Benfica en Europa… Cruz Azul con ocho finales perdidas… Chivas demostró este fin de semana pasado que es un equipo grande, que corre, que lucha, que ha recuperado ese amor por la camiseta, esa historia y esa identidad que tanto habían brillado por su ausencia en los últimos años.

Una defensa de experiencia con un líder como Carlos Salcido, acompañado por un imponente Jair Pereira y con jugadores que desde la cuna han sido chivistas como Jesús “el Chapito” Sánchez, un elegante Rodolfo Pizarro, un motor como Orbelín Pineda y un letal Alan Pulido, que el trabajo en equipo es la mejor virtud de este hermoso deporte. Apenas transcurridos veinte minutos del primer tiempo, el marcador ya iba en favor del Guadalajara. Chivas demostró en 180 minutos que es Grande, muy Grande…

Chivas constató este domingo pasado, en su estadio, con su gente, a su estilo… que la grandeza pesa en los hombros de los mortales. Chivas está de regreso, Chivas está aquí… Chivas es México y hoy… la copa es Rojiblanca.

Doce y contando…